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ACROBACIAS
Historia de Harley-Davidson
ACROBACIAS EN HARLEY-DAVIDSON
Haciendo «el cabra»
Desde los primeros momentos en la historia de Harley-Davidson hemos podido acceder a documentos gráficos en los que los motociclistas parecen buscar el límite del equilibrio y el riesgo.
Posturas imposibles, saltos, grupo de acróbatas en una motocicleta, paso por fuego, etc.
Gran número de cuerpos de policías en algunos países cuentan con un destacamento de acrobacias. Fueron famosos los Cosacos de la Policía de México.
En esta sección podremos ver algunos ejemplos.
Evel Knievel
Evel Knievel era el acróbata en motocicleta más famoso de los años 70. De hecho se ha convertido en una leyenda.
Sus espectaculares y, en ocasiones, temerarios saltos ponían frecuentemente en riesgo su vida.
Tanta fue su fama que, en torno a su figura, se creo un gran número de artículos comerciales.
Evel Knievel siempre ha ligado su larga y trepidante historia con Harley-Davidson, afirmando que su primera motocicleta era una Harley que robó cuando solo tenía 13 años.
Según la leyenda, en 1960, Evel Knievel amarró a su espalda a Kelly, su hijo de un sólo día de edad, para darle su primer paseo en motocicleta, pero tuvo algún pequeño incidente que le provocó un buen susto.
Estaba tan conmocionado por poner en riesgo la vida de su bebé recién nacido que inmediatamente vendió la moto.
SALTANDO 13 AUTOBUSES
El 27 de mayo de 1975, Evel Knievel realizó un salto de 42 metros de longitud a una velocidad de 135 kms por hora saltando sobre 13 autobuses urbanos en el Estadio de Wembley.
Por desgracia, el salto no salió bien. Impactó contra el ultimo autobús fracturándose la columna vertebral, una mano, la pelvis y algunas vértebras.
Knievel anunció rápidamente a la multitud que ya había terminado, que no habría más saltos. Todavía conmocionado, declaró al público que eran «las últimas personas en el mundo que alguna vez me verían saltar. Nunca, jamás, nunca jamás volveré a saltar. Estoy harto». Con lesiones y todo, Evel Knievel se levantó e insistió en que lo sacaran de su camilla y salió del estadio. Una vez fuera del estadio, lo colocaron nuevamente en una camilla, lo cargaron en una ambulancia y lo llevaron al hospital.
CARRERA PROFESIONAL DE SALTOS
Este temerario piloto desarrolló una increible carrera profesional de exhibiciones nacionales e internacionales a mediados de los años setenta, después de una vida loca y accidentada. Esta carrera implicaba saltos en moto de diferentes formas, que cada vez fueran más extremos, para batir records sobre diferentes ostáculos.
Cuando su fama estaba en la cima, contrató a un equipo de veinte hombres y adquirió un gran camión Kenworth, un avión jet Lear y una flota de Ferraris y Rolls-Royce.
En un salto legendario de 160 piés por encima de la fuente en el Caesar’s Palace de las Vegas (EE.UU.), se salió de la rampa de aterrizaje y cayó en el aparcamiento vecino. Sufrió numerosas fracturas de huesos y quedó parcialmente discapacitado pero siguió adelante.
Desde 1970 fue patrocinado durante años por AMF / Harley-Davidson, que le proporcionó dos Harley-Davidson del modelo XR-750, las cuales eran revisadas regularmente por Roger Reiman. Esto constituyó una acción patriótica, aportando un beneficio de marketing mutuo, que estaba perfectamente en armonía tanto con el espíritu de la época como con el programa de Harley-Davidson.
Vestido con pieles de blanco inmaculado, sembradas de estrellas y flecos, se convirtió en una especie de Superman sobre dos ruedas, un personaje para una generación entera de Mr. Cleans, acompañando sus apariciones con unas presentaciones espectaculares. Una campaña publicitaria bien dirigida y un gran número de artículos de recuerdo de Even Knievel completaban el escenario.
Su última hazaña fue un reto demasiado fuerte. Intentó saltar por encima del cañón del río Snake en Idaho, de 5.000 piés de ancho (1.500 metros) y 7.000 piés de profundidad (2.100 metros), usando una motocicleta propulsadas por cohetes que parecía un reactor de caza, a la que llamaban Skycycle (ciclo cielo). Toda la parafernalia se vino abajo cuando, inmediatamente después de despegar, Evel Knievel y su máquina fueron catapultados y se dejó caer en paracaídas. Tanto la moto como el piloto aterrizaron a salvo en las profundidades del cañón.
Después de este desastre, ya casi no se oyó hablar más del que, en su día, fue una auténtica leyenda motorista, a excepción de la película titulada Viva Knievel, producida por la Warner Brothers Production y dirigida por Gordon Douglas, que contó con la presencia del popular actor George Hamilton. La película, un relato sin sentido sobre el tráfico de drogas en la frontera de Estados Unidos con México, fue un fracaso.
Después de un incidente con el coautor Sheldon Saltman, con contribuyó a ensombrecer su imagen, Evel Knievel abandonó Harley-Davidson y pasó el resto de su vida en Florida.
Evel Knievel falleció el viernes 30 de noviembre de 2007. Tenía 69 años. La muerte de Knievel fue confirmada por su nieta Krysten Knievel. Su salud se había deteriorado en los últimos años, ya que sufría de diabetes y de fibrosis pulmonar, una enfermedad incurable que afecta el sistema respiratorio.
Evel Knievel y el merchandising
Las carreras de cuádrigas
En los años 20 y 30 del pasado siglo se celebraron unas curiosas exhibiciones. Consistían en unas espectaculares carreras de cuádrigas romanas pero con Harley-Davidson en lugar de caballos. Las conocidas como Motorcycle Chariot Racing.
Tenemos noticias de una carrera de este tipo celebrada en el año 1936 en New South Wales en Australia, a cargo de la policía australiana.
Según algunas imágenes conservadas de aquella época en países de todo el mundo como Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos y algunas partes de Europa, este insólito deporte se realizaba con personas que conducían carros al estilo romano con motocicletas en lugar de caballos como solían hacerlo en la época del imperio.
Según la revista Mecánica Popular de septiembre de 1922, estos carros se fabricaban con barriles de vino. Los guerreros vestían con trajes inspirados en la época romana. A medida que iba evolucionando esta curiosa práctica, se fueron añadiendo más motocicletas al carro.
No debía ser fácil controlar los mandos de varias motos al mismo tiempo. Probáblemente, el control del acelerador de cada motocicleta sería accionado individualmente por cada una de las riendas del «guerrero», permitiendo de este modo, dirigir el carro variando la velocidad de cada máquina.
Todo esto estaba inspirado en Ben-Hur, personaje ficticio de la novela de Lew Wallace que, más tarde, se llevó a la película del mismo nombre de 1959. Sus escenas más famosas y espectaculares fueron las carreras de cuádrigas.
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