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EQUIPAMIENTO MOTERO
La seguridad del motorista
Historia del equipamiento para moteros
El equipamiento para moteros ha sufrido una importante evolución en el tiempo.
La historia de la motocicleta arranca a principios del Siglo XX y la marca Harley-Davidson inicia su andadura en 1903.
En los primeros tiempos el equipamiento para moteros era rudimentario. La indumentaria de los pioneros y valientes conductores de motocletas no difería mucho de la que utilizaban los jinetes de caballos o conductores de carruajes.
En los primeros años, no existía el concepto de casco. En los catálogos de accesorios se podían encontrar prendas para la cabeza que tenían, más bien, el objetivo de proteger contra el frío y el viento. Los cascos como los entendemos hoy en día, aparecerían más adelante.
Lo que si podemos observar en los primeros catálogos es la existencia de guantes, botas altas y algún tipo de gafas rudimentarias para proteger los ojos del viento y el polvo del camino.
No hay que olvidar que a principios del Siglo XX, había pocas carreteras correctamente asfaltadas.
Los cascos
Hasta 1935 no se consideró necesario el uso del casco. A raíz del accidente y muerte de Lawrence de Arabia se llegó a la conclusión de que se podía haber salvado si hubiera llevado una protección adecuada en la cabeza. Por ello, los primeros «cascos» estaban fabricados con una simple capa de cuero y carecían de la adecuada protección craneal.
El neurocirujano Hugh Cairns llevó a cabo una serie de investigaciones con miembros de las fuerzas armadas británicas, conductores de motocicletas y les recomendo la utilización de cascos. Esta recomendación se transformó en obligación en 1973 en el Reino Unido y Francia.
El casco, como lo concebimos hoy en día, procede de una patente procedente de las fuerzas aéreas de Estados Unidos. Consiste en una capa exterior muy resistente pero de poco peso y una parte, en la parte interna, de material acolchado que es la encargada de ir amortiguando el impacto antes de que llegue a la cabeza.
Se considera que la vida útil de un casco es de cinco (5) años desde su fabricación. Se recomienda cambiar de casco una vez transcurrido este período de tiempo de seguridad.
La chaqueta y el pantalón
Ya hemos visto que el casco es un elemento primordial para la seguridad del motorista. Pero también debemos completar los elementos de protección para el resto del cuerpo. Vamos a ir viendo cada uno de ellos.
Lo primero que tenemos que tener presente es que, en caso de accidente, lo único que nos separa del asfalto va a ser el equipamiento que llevemos. Generalmente, las caídas en motocicleta se producen a una velocidad considerable.
El cuerpo se va a deslizar por el firme y el riesgo de abrasión es muy grande. Si el casco nos protege del impacto el resto del equipamiento nos va a proteger de la abrasión.
La chaqueta debe ser de manga larga para ofrecer protección a los brazos. Su talla y composición nos tiene que permitir una adecuada movilidad para poder efectuar la conducción con comodidad. También nos debe proteger del viento y el frío y, lo más importante, que ante una posible caída nos proteja de la abrasión de la piel con el roce del asfalto. La chaqueta de cuero y el pantalón deberían ser de material resistente. Otros materiales que se suelen utilizar son la piel y el Kevlar.
Deberíamos elegir colores llamativos (o una combinación de negro y color) que permita a los demás conductores percibirnos aumentando, de este modo, la seguridad activa.
Los guantes y botas
Las manos y los piés del conductor de motocicleta son miembros que tenemos que proteger de la manera correcta. No perdamos de vista que son los responsables de accionar los mecanismos de la propia conducción: acelerador, frenos, cambio de marcha, embrague. Es fundamental que estén bien abrigados y protegidos ante posibles accidentes. Cuando se produce un accidente, por instinto, el ser humano tiende a apoyar sobre el suelo las manos y los pies (por este orden).
Los materiales y composición de guantes y botas deben permitir la adecuada sensibilidad y movilidad que nos permiten el correcto control de los mandos de la motocicleta. Nos tienen que proteger de la abrasión y aydarnos a mantener una temperatura de confort en nuestras manos y piés.
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