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Las motos y el alcohol
Las motos y el alcohol
Las motos y el alcohol no son buenos compañeros. En general, deberíamos abstenernos de beber alcohol al conducir cualquier tipo de vehículos; pero en el caso de la conducción de motocicletas, el riesgo de conducir en estado de embriaguez aumenta considerablemente.
La ingesta de alcohol y el consumo de drogas alteran peligrosamente la percepción de la realidad, aumenta la asunción de riesgos, disminuyen la capacidad de visión y reducen los reflejos del conductor. Todo ello hace un cóctel explosivo: mayor arrojo y menos capacidades.
Todo lo anterior explica la notable correlación entre conductores en estado de embriaguez y el número de accidentes. Además, los accidentes son más graves.
Incluso los peatones están obligados a someterse a las pruebas de alcohol y drogas si están implicados en algún accidente o han cometido una infracción. (Ley de Tráfico de 09-05-2014)
El alcohol y la conducción de las motocicletas
Si el alcohol no es recomendable cuando se conducen vehículos, en el caso de las motocicletas el riesgo es aún mayor.
En el caso de los coches, es frecuente que algún grupo de amigos decida que uno de ellos no beba para poder conducir. Se establecen turnos de conductor sobrio y el método funciona muy bien. Pero esto no es posible en el caso de las motocicletas ya que cada uno tendría su propio vehículo.
Y el riesgo de que el pasajero (paquete) circule en estado de embriaguez es muy considerable. Pueden concurrir los elementos de mareos, sueños, pérdidas de equilibrio, euforia, etc.
Por otra parte, es necesario señalar que los accidentes en motocicleta suelen ser de mayor gravedad debido a que ofrecen menor protección para el conductor que los automóviles. Por esta razón los daños físicos son mayores.
Los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado informan de un gran aumento en los accidentes con motos de alquiler. Normalmente son conductores de poca edad en entornos de salas de fiestas, con el uso de aplicaciones móviles y el parque de motos de alquiler de las ciudades.
Multas y sanciones por alcohol
Conducir vehículos de motor con determinados niveles de alcoholemia en la sangre es un peligro para uno mismo y para los demás. Por lo tanto esta situación está penada en dos ámbitos jurisdiccionales.
Por la vía administrativa se establecen multas económicas y sanciones con la retirada de puntos en el permiso de circulación.
Si el grado de alcoholemia supera determinados niveles, sería la vía penal la que establece penas de prisión y retirada del permiso de circulación.
Así pues, tenemos las siguientes multas y sanciones:
Por vía administrativa
ALCOHOL
Entre 0,25 mg/l y 0,50 mg/l: 500 euros y 4 puntos
Más de 0,50 mg/ y reincidentes*: 1.000 euros y 6 puntos
*Reincidente es aquel conductor que haya sido sancionado en el año inmediatamente anterior por positivo de alcohol.
DROGAS
Presencia de cualquier sustancia: 1.000 euros y 6 puntos.
Por la vía penal
ALCOHOL
Tasa superior a 1,2 gr/l o tasa de alcohol espirado superior a 0,60 mg/l:
Penas de prisión de 6-12 meses o multa de 360 a 144.000 €.
Trabajos en beneficio de la comunidad de 30 a 90 días.
Retirada del carné entre 1 y 4 años.
Si se niega a someterse al test de alcoholemia o de drogas, 3-6 meses de cárcel.
Juicios por alcoholemia
Los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado velan para evitar, en la medida de lo posible, que se conduzca bajo los efectos del alcohol y las drogas.
Para ello se establecen determinados controles y dispositivos policiales para realizar los llamados tests de alcoholemia. Se realizan con los alcoholímetros que detectan el grado de alcohol que hay en el aire expirado.
No es conveniente negarse a realizar el test de alcoholemia porque se podría incurrir en delito de negativa (Art. 383 del Código Penal) penado con prisión de seis meses a un año y privación del permiso de conducir entre uno y cuatro años.
Si los agentes de la autoridad que realizan el test observan indicios de un posible delito de alcoholemia pueden adoptar medidas como inmovilizar el vehículo, retener al conductor o sancionarlo. En determinados casos pueden entregar una citación para comparecer en juicio rápido por alcoholemia.
Cómo afrontar un juicio por alcoholemia: lo más recomendable es contratar los servicios de un abogado especializado en delitos contra la seguridad vial.
Estos abogados son expertos en este tipo de casos y podrán negociar con la Fiscalía para reducir la pena en la medida de lo posible.
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