Las pioneras de Harley-Davidson
Mujeres que hicieron historia en la marca
En esta sección rendimos un merecido homenaje a las primeras mujeres que pilotaron Harley-Davidson. Valientes pioneras en un mundo difícil. Algunas de ellas protagonizaron historias sorprendentes.
El 4 de mayo es el día internacional de la mujer motorista y esto nos hace recordar a aquellas pioneras del motociclismo. Mujeres que viajaban en moto y, a veces, eran detenidas por llevar pantalones. Mujeres que querían defender su país en tiempos de guerra y no eran admitidas en el ejército. Mujeres negras en una América profunda, condenadas por su doble condición. Mujeres que quisieron votar y alzar la voz. Mujeres que representaron la lucha por la libertad en su tiempo y que debemos conocer y reconocer.
Multitud de valientes mujeres que han abierto puertas a las generaciones actuales para poder disfrutar de la igualdad y evitar la discriminación por el simple hecho de ser mujer. Luchadoras tenaces que no se conforman con lo estipulado y rompen las reglas.
¡Va por ellas!
Bessie B. Stringfield
Una de la principales pioneras fue Bessie B. Stringfield. Con 16 años se hizo con una Indian Scout de 1928 y se entregó de lleno a su deporte favorito, participando en Stunt Shows y en exhibiciones de Wall-of-Death siempre que se le presentaba la ocasión.
En 1930 adquirió su primera Harley-Davidson, una Knucklehead de 1.000 cc, e inmediatamente emprendió una gran excursión por el país. Estuvo vagando sola durante seis meses. Bessie Springfield, una mujer negra y de poca estatura, superó todos los obstáculos imaginables que encontró en su camino con gran entereza e independencia.
Resistió todos los envites propios de la vida del biker, así como los prejuicios raciales. No recibió el más alto reconocimiento hasta que fue mayor y, aunque todavía había gente que arrugaba la nariz al ver a una mujer negra conduciendo una Harley-Davidson, la abrumaron con todo tipo de homenajes. Por desgracia, todavía no se ha escrito su biografía, que probablemente sea la crónica más emocionante y sensacional sobre la vida de un motorista.
Della Crewe
En 1914, Della Crewe, de 30 años, comenzó una aventura para recorrer los Estados Unidos.
Seis meses más tarde llegó a Nueva York, posteriormente al Caribe y Centroamérica; todo al manillar de su Harley-Davidson con sidecar. En 1914 se compró una Harley-Davidson bicilíndrica y le instaló un sidecar.
Della y Trouble partieron desde Waco hacia Dodge City, Kansas, para acudir a las grandes carreras de motos. Viaje de unos 800 kilómetros. La siguiente parada de Della fue Milwaukee, donde visitó el cuartel general de Harley-Davidson.
Della tenía familia en Wisconsin y pasó cierto tiempo allí, así que no fue hasta el otoño de 1914 cuando comenzó a cruzar los estados del norte hacia la costa este. Llegó a Nueva York el 22 de diciembre y la temperatura era de -23 ºC. Para sobrevivir al viaje tuvo que ponerse toda prenda de ropa que llevaba en su equipaje.
Desde Florida viajó hasta La Habana y recorrió la isla en compañía de algunos motoristas locales. Después se embarcó hacia Panamá y visitó el Canal, que había sido inaugurado recientemente. Della se marchó después a Jamaica. Allí, ascendió en moto hasta la cumbre más alta de la isla. La última parada de Della en su periplo caribeño se extendió a Puerto Rico,
Della alcanzó la civilización de nuevo en Atlanta y a continuación visitó las Carolinas, Washington, D.C. y Filadelfia antes de volver a Nueva York de nuevo, recorriendo para entonces más de 17.000 kilómetros.
Dorothy «Dot» Robinson
Dot Robinson, la «Primera Dama del Motociclismo» y cofundadora del club Motor Maids. Dorothy «Dot» Robinson nació en 1912
Era de baja estatura pero podía manejar una motocicleta y a los 18 años ganó la carrera de resistencia de 100 millas de Flint con una puntuación perfecta. Con su marido Earl estableció varios récords de costa a costa en una motocicleta con sidecar, el primero en 1935 con un tiempo de Los Ángeles a Nueva York de solo 89 horas y 58 minutos También compitió en solitario en el enduro Jack Pine, a partir de 1934, y ganó la categoría de sidecar en 1940.
A finales de la década de 1930, se unió a Linda Dugeau para reclutar a otras motociclistas para crear Motor Maids, el primer club de motociclistas exclusivamente para mujeres autorizado por la AMA. Durante la Segunda Guerra Mundial, Dot trabajó como mensajera para un contratista de defensa, contribuyendo al esfuerzo bélico. Después de la guerra volvió a las carreras e incluso volvió a ganar el Jack Pine en su categoría en 1946. Se estima que durante su vida recorrió alrededor de 1,5 millones de millas.
Dot siguió montando en moto hasta 1998 cuando, a la edad de 85 años, una cirugía de rodilla le hizo difícil subir y bajar de la motocicleta. Murió apenas un año después. La AMA la incluyó en el Salón de la Fama de la Motocicleta antes de su muerte, en 1998, y su Harley-Davidson rosa se encuentra en el museo de la compañía en Milwaukee.
Dot Smith
Dot Smith en su Harley-Davidson modelo «EL Knucklehead», en los años treinta. En los primeros días de la historia de Harley-Davidson, sus productos eran, como puedes imaginar, casi exclusivamente comprados, forjados y conducidos por hombres. Pero en los días en que las motocicletas rivalizaban con los automóviles como transporte cotidiano, Harley-Davidson fomentaba el lado social de la motocicleta: carreras, fiestas, carreras, eventos de resistencia, todo con un enfoque familiar.
De este modo, las mujeres tuvieron la oportunidad de experimentar y disfrutar de las motocicletas por sí mismas; y algunos pioneros, inspirados por sus aventuras sobre dos ruedas, allanaron el camino para que el motociclismo se convirtiera en un deporte con igualdad de oportunidades.
Entre los miembros fundadores del Motor Maid se encontraba Dot Smith que, además, fue piloto de acrobacias durante los años 30 y 40 y también miembro del San Francisco Motorcycle Club. Otras mujeres fundadoras del Motor Maid fueron Dot Robinson y Linda Dugeau.
Mujeres pioneras como Dot Smith y Dot Robinson contribuyeron decisivamente a crear una historia alternativa para el motociclismo: tomaron el control sobre las motocicletas. Un sector predominantemente masculino en aquella época. Y qué mejor manera de celebrar la lucha de las mujeres por la paridad en el deporte y la vida que estas fotos de Dot Smith, luciendo resplandeciente en su Harley-Davidson Knucklehead de 1937.
Effie Hotchkiss
La primera mujer que hizo el viaje “coast to coast” en moto en los Estados Unidos fue Effie Hotchkiss y lo hizo sobre una Harley-Davidson V-Twin de tres velocidades y sidecar. Le acompañaba su madre en 1.915.
En este día, 2 de mayo de 1915, Effie Hotchkiss y su madre Avis dejaron Brooklyn, Nueva York en la aventura de toda una vida. El dúo madre e hija iban a San Francisco, California en una nueva Harley-Davidson V-twin de 1915 con sidecar que Effie había comprado recientemente.
Tomando la ruta sur, cruzaron a California con temperaturas muy altas.
Cuando llegaron a la ciudad junto a la bahía en agosto, la pareja se convirtió en las primeras mujeres en recorrer el país en una motocicleta. Los Hotchkiss también contaron que mientras estaban en Nuevo México, se habían quedado sin cámaras de repuesto para los neumáticos. El ingenioso duo tomó una manta de sus suministros, la cortó hasta la longitud del tubo interior, la enrolló y la metió en el neumático. Finalmente, en agosto, el equipo llegó hasta el Océano Pacífico en San Francisco y se convirtieron en las primeras mujeres en cruzar los Estados Unidos en una motocicleta.
Tomando una ruta del norte, su viaje de regreso incluía cruzar los desiertos de Nevada y Utah. Effie y Avis Hotchkiss finalmente regresaron a su casa en Brooklyn en octubre de 1915, después de haber viajado aproximadamente 9,000 millas, cubriendo más de un tercio de los Estados Unidos, durante cinco meses.
Lilian Slaughter y Grace Lester
Este documento gráfico es uno de los más antiguos. Se trata de dos mujeres que montan en motocicleta en 1912. El hecho es tan insólito que incluso sale publicado en prensa como noticia.
Una Harley-Davidson V-Twin de 1912 con un curioso manillar para el pasajero. Este accesorio no es nada frecuente de ver.
El recorte de prensa dice que «.. la mujer ha invadido un campo hasta ahora reservado exclusivamente a los hombres».
La señora Slaughter se queja de «.. la gente grosera me mira fijamente. Realmente no se qué llama tanto la atención, a menos que sea mi falda dividida».
Los primeros días la acompañaba su marido pero luego rechazó esta compañía por considerarlo como «un guardián».
Linda Dugeau
Linda Dugeau nació el 15 de mayo de 1913 en Cape Cod, Massachusetts. En 1932, a la edad de 19 años, aprendió a conducir una vieja Harley-Davidson modelo JD.
Después de graduarse de la universidad, trabajó en Boston y conducía a diario por las estrechas calles del centro de la ciudad. En 1938, con la ayuda de Dorothy Robinson, lanzó una campaña para establecer una red nacional de mujeres motociclistas que poseían y conducían sus propias máquinas. Así nació el club Motor Maids.
En la década de 1930, las mujeres moteras eran tan raras que Linda y Dorothy tardaron tres años en localizar miembros potenciales. Las cosas son difíciles al principio. Las escasas motociclistas que encuentran son marginadas o tienen miedo de ser vistos como tales. Y hacer viajes en solitario por todo el país era francamente peligroso. Para Linda y Dot, estos miedos constituyen la columna vertebral de su misión. Más allá de un club social, Motor Maids actúa como embajadora del deporte y proporciona un espacio legítimo, organizado y seguro para que las mujeres se involucren más. La organización fue fundada por la AMA (Asociación Estadounidense de Motociclistas) en 1941, lo que la convierte en la organización de mujeres motociclistas más antigua de América del Norte.
Un verano hizo un viaje de 5.650 km en dos semanas. Durante este viaje, visitó la fábrica de Harley-Davidson como invitada de William Davidson, visitó a su madre en Michigan y fue a la Feria Mundial de Nueva York. En otro viaje en solitario, viajó a través de la naturaleza salvaje de Canadá por caminos que entonces eran casi intransitables en zonas deshabitadas.
En la década de 1950, Linda se mudó al área de Los Ángeles, principalmente para poder montar en moto durante todo el año. Dirige muchas atracciones en el sur de California, que incluyen conducción todoterreno en las montañas y en el entonces subdesarrollado Valle de San Fernando. Es una de las mejores motociclistas todoterreno de la década de 1950. Linda murió el 17 de febrero de 2000. Tenía 86 años.
Sally Halterman
Sally Halterman llevaba casi diez años conduciendo sin permiso cuando decidió que era el momento de pasarse a la legalidad y de visibilizarse tanto a sí misma como todas las demás. Las excusas que le intentaron poner fueron de lo más variopintas (que si era muy joven, que si pesaba muy poco, que si no podría cargar con la moto…) e, incluso cuando pasó con creces los tests teóricos, se negaban a que hiciera la prueba práctica. Tuvo que acudir en compañía de un abogado para que el examinador al final accediera y, tras afirmar que conducía tan bien como un hombre, le concediera el permiso de conducir.
Casi un siglo ha transcurrido desde que Sally Halterman hizo historia en el mundo de la motocicleta, gracias a diez años de perseverancia y tenacidad para cumplir su mayor sueño: conducir legalmente un vehículo de dos ruedas. A pesar del esfuerzo, su condición de mujer dificultó enormemente su objetivo. Recibió multitud de comentarios machistas adornados con banales excusas como la altura o el peso, que no hacían más que esconder la discriminación sexista, sin valorar la capacidad de conducción.
Hay que recordar que a principios del siglo XX la situación de la mujer no era tal como la conocemos ahora; la maternidad era reivindicada como la función femenina por excelencia, el hogar era su única ocupación reconocida.
Seguramente, Sally se vio influenciada por la firmeza con la que Charlotte Woodward obtuvo el derecho de sufragio en 1920. Puede que la ausencia de la figura masculina en los periodos de guerra fuese el detonante del crecimiento de las reivindicaciones femeninas. En cualquier caso, es evidente que en aquella época ver a una mujer a lomos de una Harley-Davidson resultaba inaudito, incluso transgresor.
Susan Lang
En el año 1917, la revista Motorcycle and Bycicle Illustrated publica una noticia de una mujer que realiza labores de mecánica.
«Si alguna vez llega el momento en que las exigencias militares impuestas a los hombres de la nación obliguen a las mujeres a desempeñarse en ramas laborales más extenuantes, la señora esposa de John Lang, de Waterbury, Connecticut, que aparece en la fotografía adjunta, estará bien preparada para aportar su granito de arena.
Durante años, la señora Lang ha ayudado a su marido, el agente local de Harley-Davidson, tanto en la reparación como en la venta del negocio y la imagen indica que el cambio de neumáticos es un asunto insignificante para ella.
En lo que respecta a la información en posesión de esta revista, la señora Lang es la mecánica de motocicletas de su sexo más destacada del país.
¿Hay otros igualmente competentes? Si es así, MOTORCYCLE AND BICYCLE Illustrated estará encantado de dedicar espacio a sus fotografías y artículos que describan sus logros».
Vivian Bales
Nació en Florida en 1909 y creció en Albany, Georgia. Después de graduarse en la escuela secundaria en 1926 Vivian comenzó a dar clases de baile y costura, eso le dio alegría a sus bolsillos y decidió comprar una Harley-Davidson modelo B, su primera motocicleta, monocilíndrica de 350 c.c. de válvulas laterales, con un cambio manual de tres velocidades. Apareció en dos portadas del “The Harley–Davidson Enthusiast” y por ello fue denominada “La Chica entusiasta”.
Fue la primera chica de la portada de esa revista, en los años 1920 y 1930 se dedicó a algunas acrobacias en moto. Su primer viaje fue de 300 millas con su amiga Josephine Johnson de Florida.
Con más ganas de aventura y tras su éxito, Bales decide cambiar de modelo de moto, una Harley-Davidson V-Twin JD habla con el editor de “The Harley–Davidson Enthusiast» diciéndole que le gustaría hacer un viaje en solitario hacia el Norte en su motocicleta.
Su famoso viaje tuvo lugar el verano de 1929, con tan solo 20 años, por cada ciudad a su paso los mandatarios locales y concesionarios de Harley-Davidson salían a su encuentro para apoyar su paseo. Fueron 78 días en total, 78 estados, cubriendo cerca de 5.000 millas.
A pesar de no volver a tener otra moto, Bales aseguraba que su experiencia había marcado su vida. Era tan importante para Vivian que, cerca de su 93 cumpleaños, pidió una procesión de motocicletas en su funeral, lo cual se organizó a través de Flin Rio Harley-Davidson de Albany. Falleció el 23 de diciembre de 2001.
El club Motor Maids
Linda Allen Dugeau, de Providence (Rhode Island), secretaria de dirección y madre de cuatro hijos, era una apasionada motorista. Desde 1931 tuvo una Flathead vieja de 45 pulgadas cúbicas que su marido había comprado desmontada por 12 dólares, y que el mismo montó. A Linda le preocupaba la cada vez peor reputación de los motoristas. Hasta el dia en que se le ocurrió que las mujeres podrían acabar más fácilmente con aquella situación.
En el verano de 1938 inició una campaña que consistió en enviar por correo a todos los concesionarios, personas importantes y organizaciones una famosa circular que anunciaba el nacimiento de uno de los clubes de motociclismo más sorprendentes del mundo: Motor Maids of America, también llamado Motor Maids (damas del motor).
La carta se cerraba con su autobiografía y la invitación a todas las interesadas a que le enviaran un breve curriculum acompañados de una fotografía. Le respondieron 51 mujeres y, en 1940, Linda y ella fundaron el Motor Maids of America. Previamente había contactado con la motorista más famosa, respetada e importante de aquella época, Dorothy (Dot) Robinson, de Detroit (Michigan), que había sido considerada durante mucho tiempo la embajadora de las mujeres motoristas. Dot estaba tan entusiasmada con la idea como Linda.
Dot se convirtió en la presidenta del Motor Maids, cargo que desempeñó durante 25 años. La AMA les prestó todo su apoyo y en 1941 le concedieron el número 509 del AMA Charter Club. La condición más importante era que toda Motor Maid debía tener su propia moto además de conducirla. La indumentaria de las Motor Maids era elegante y llamativa uniforme, que se ha mantenido hasta nuestros días, consiste en una camisa azul oscuro, pantalones grises, guantes blancos y botines blancos, equipo que se diferenciaba completamente de los típicos trajes de motorista que había habido hasta entonces.
Desde 1994. las Motor Maids han celebrado sus convenciones nacionales en 25 estados de Estados Unidos y Canadá. A la reunión de 1944 asistieron sólo 14 miembros. pues había racionamiento de gasolina a causa de la guerra y algunas Motor Maids como Nellie Jo Gill,
Marion Trow y Arlene Sonnefeldt servían en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.
Después de la guerra, Vera Griffin y su amiga Ruth Fordyce decidieron reorganizar el club con la ayuda de Dot Robinson. Entonces contaba ya con más de 500 miembros. y a la National Convention de Nashville (Indiana) asistieron 43 Maids.
En el año 1965 Dot Robinson abandonó el cargo de presidenta del Motor Maids para retirarse de la vida pública, aunque no por ello dejó de asistir a los grandes acontecimientos.
Inevitablemente, con el paso de los años, las Motor Maids se han convertido en una especie de club de mujeres de la tercera edad aunque cuenta con un importante número de socias jóvenes que se sienten muy orgullosas de mantener la tradición de sus predecesoras. La Motor Maids of America Incorporated contaba en 1997 con 420 miembros en Estados Unidos y Canadá, y con una representante en Australia y otra en Israel.
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